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Claudia Dobles Camargo, Clark Kent y el PAC: El arte de disfrazar el desastre!

Por Jesus Arrieta “Chus”

Conocí a LaClau en el capítulo 6 de Sangre, Sombras & Asfalto. Sobrevivimos. Llegamos hasta el final. Algunos pensarán que a ella y a SuperCharlie les fue mejor que a mí. Tal vez, pero su “final feliz” en la novela no dista demasiado del que disfrutan hoy en la vida real: un espectáculo de bufones. Y no me queda claro si son más cínicos que bufones o si un bufón puede, siquiera, despegarse de su cinismo.

Partido Acción Ciudadana

En su mundo, el maquillaje no se corre. El disfraz nunca se arruga. Y, como todo buen personaje de cómic, LaClau sabe que basta con cambiarse el peinado, oscurecerse el cabello, ponerse unas gafas y alterar un poco el tono para convencer a la audiencia de que no es la misma persona que, hasta hace poco, ejercía de primera dama del peor gobierno en la historia reciente del país. El truco de Clark Kent en versión tica.

Es más, según su guion mental, los ocho años del PAC fueron una obra maestra. Lo único que les faltó —dice con cara seria— fue “comunicación”. Curioso. Porque en esos ocho años se gastaron miles de millones de colones en pauta estatal. Y aun con todo ese derroche, el PAC terminó con cero curules en el Congreso y cero alcaldías en las municipales. Ni un síndico de barrio. ¿Qué clase de “comunicación” les faltó, LaClau? ¿Telépata? En realidad, bastaría con dejar estas líneas solas y ya tendríamos, en versión comprimida, la autopsia política de sus ocho años en el poder.

Lo más irónico es que, cuando se le pregunta por la estafa del partido al Estado —o sea, a todos nosotros—, no ofrece una respuesta clara. Se limita a decir que sí, que hay una deuda que “ya están honrando”. Como si el orgullo de pagar una condena por robar fuera una medalla al mérito. Y vaya si lo sienten así: cada vez que abonan, lo anuncian en redes sociales, celebrando como si estuvieran financiando una beca escolar y no devolviendo el fruto de un delito, un fraude.

Aquí viene lo más tierno: gran parte de los miles de millones que gastó el PAC en pauta durante 8 años. Fue a parar a medios cuyos dueños también son dueños de bancos que financiaron al PAC. Milagros de la vida, esos medios recibieron en pauta más plata de la que los bancos le prestaron al Partido Acción Ciudadana. Bendito sea Dios, las ventajas de estar enchufadísimo.

Lo del hueco fiscal, upad, carceles de estereofon, liberacion de golondrinas, plan fiscal, comprar mascarillas a chatarreras, cochinilla, consultorias de miles de $ pa las asesoras de Claudia Dobles Camargo, la cero reactivación económica, la impunidad rampante, los 13 mil millones regalados al periodico la nacion, etc, es para otro momento. Así son los progres: su manejo “heroico” de todo, consistió en desaparecerlo todo. De la misma forma en que la abuelita de Piolín (Rocío Aguilar) y Luis Guillermo Solís —el primer presidente PAC— hicieron desaparecer más de mil millones de pesos y nadie sabe dónde están. Aún así, LaClau, con el aplomo de quien vende humo como oxígeno, insiste en que todo estuvo bien.

Al final, no se trata de corrupción aquí y allá —para eso está la hemeroteca— sino de la insoportable capacidad del PAC para fingir que sus derrotas son culpa del pueblo ignorante, que nunca los supo apreciar como “los mas preparados”. Lo más grave: creer que merecen otra oportunidad para seguir ensartándonos.

No es sorpresa. El PAC nació de las entrañas del PLN, y si nos ponemos exquisitos, ambos son la misma criatura: corruptos, cínicos y aferrados a una estructura de privilegio que, aunque se vista de ética progresista (realmente no se quien podría sentirse orgulloso sabiendose progresista), huele al mismo moho de siempre. Cambian las siglas, no la podredumbre.

Así seguimos, atrapados en un país donde los Clark Kent de la política se pasean entre nosotros creyendo que unas gafas y un discurso tibio bastan para borrar el desastre que dejaron atrás.

Claudia Dobles Camargo

Chus —o Jesús Arrieta, si prefieren el nombre completo— he visto suficientes trucos malísimos para no caer en el disfraz de Clark Kent. Por eso lo digo claro: el PAC y sus superhéroes de utilería no deberían volver a una contienda electoral. Porque no es que no sepan gobernar, lo que tampoco les importa; es que no saben ni quitarse las gafas sin que se les note la mentira.

2 thoughts on “Claudia Dobles Camargo, Clark Kent y el PAC: El arte de disfrazar el desastre!”

  1. El más parecido a Clark Kent era el ministro Salitas, ese si era un verdadero cerdo y borrego, su lenguaje corporal casí impecable, su manera de contar muertos por la gripa, el faltante de máscaras y de unidades de atención de enfermos eran una novela diaria…ese mae venía con la máscara atornillada. Realmente un peón del veneno.

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