por Valdo J.
A veces un texto no termina donde uno lo deja. Uno escribe, cierra el documento y sigue con la vida, convencido de que la cosa quedó ahí, quieta. Pero de pronto alguien lo lee, lo mastica, lo lleva a otro lugar y lo convierte en música. Eso acaba de pasar con De Cuclillas con Estilo / La Mañana Más Alegre. Isaac Arguedas—que ahora lleva su proyecto como Nodus Tollens— me escribió para contarme que había compuesto una pieza acústica a partir de ese relato. No lo vi venir.
Bandcamp de Isaac A., Ep - 2014
Ese texto nació de una experiencia escolar que no fue precisamente amable. Lo escribí con la cabeza fría y el pulso agitado, tratando de poner en palabras algo que, durante años, había quedado guardado en un cajón. No lo traje al presente solo para que ese recuerdo dejara de repetirse en silencio, sino también por venganza. Es cierto, ¿y qué? No lo hice para sanar ni para exhibir nada: lo hice porque necesitaba que quedara escrito, con todas sus aristas.
La canción que hizo Isaac es sencilla, sin adornos innecesarios. Una guitarra que camina, una voz que no pretende lucirse y, sin embargo, carga con todo. No es una adaptación literal del texto, tampoco una cita obediente. Es otra obra. Se sostiene sola. Y se nota que no nació de la prisa ni de la moda, sino de una identificación honesta: alguien leyó y encontró ahí una calle que también había caminado.
Y, sin embargo, la respuesta de Isaac me mostró otra cosa: que a veces escribir también abre una puerta para que otro entre con su instrumento, su voz, sus cicatrices.
También me dejó pensando en lo que buscamos cuando publicamos algo. No busco likes ni vitrinas, busco conversación. Si un texto mío puede encender otra creación —una pieza, un dibujo, un video, lo que sea—, ese es el mejor resultado posible. No porque me “representen”, sino porque el material vive, se mueve, cambia de forma y vuelve con otra cara. A eso aspiro.
A Isaac, gracias. A Nodus Tollens, que hoy es su barco en solitario, ojalá este disco que está armando con Ronny (sí, el de Hero Records, el mae de Señor Remedo) encuentre oídos abiertos y tiempo para escucharlo sin apuro. Yo ya escuché la pieza y me quedé con esa sensación rara y bonita de estar frente a algo que nació de lo que escribí, pero que ya no me pertenece. Y está bien que sea así.
No me interesa envolver esto con azúcar. No es un “milagro”, tampoco una tragedia convertida en arte. Es más simple: la música y la palabra se dieron la mano en un punto en común. Y por un rato, esa mano sostuvo algo que a muchos nos cuesta decir cuando estamos de cuclillas: que seguimos de pie, aunque sea por terquedad.
Si esa canción le sirve a alguien más —como a mí me funcionó escribir el texto—, ya hicimos nuestra parte. Lo demás es seguir trabajando.
A continuacion el tema compuesto por Isaac Arguedas, que titulo: “PROSOPOPEYA”
Muy fina la rola, nostalgia, perdón y crecimiento personal. La historia de más de uno!
👏👊